martes, 12 de mayo de 2009

MAS QUE EN LA TIERRA NOCIVO


En la Empresa 52, que lleva por lema el mismo que titula este breve artículo, Saavedra Fajardo encarece al principe la necesidad de alejar a los malos (y supongo que tambien a los necios) de las más altas magistraturas del Estado. Dice así:


"Premiar al malo ocupándole en los puestos de la república, es acobardar al bueno y dar fuerzas y poder a la malicia. Un ciudadano injusto poco daño puede hacer en la vida privada. Contra pocos ejercitará sus malas costumbres. Pero en el magistrado, contra todos, siendo árbitro de la justicia y de la administración y gobierno de todo el cuerpo de la república. No se ha de poner a los malos en puestos donde puedan ejercitar su malicia."


Y, como siempre, dice bien Don Diego, y planea su ingenio sobre nuestros dias con conceptos clarificadores. El injusto, el malvado, enterrado en una anodina vida privada, pongamos por caso que aparcado en la facultad de Leyes de una ciudad de provincias, quizá apenas como concejal, poco o ningún daño puede hacer. Su poquedad nos vacuna de grandes daños. Aupado por sabe Dios que causas a las más encumbrados puestos, se multiplican sus vicios y maldades, y quien debiera haber quedado como enfadoso individuo en un ámbito más que limitado, se convierte en calamidad nacional, y aboca a muchos al desastre.


2 comentarios:

Natalia Pastor dijo...

Ese es el problema:que un culiparlante limitadísimo intelectualmente,un auténtica calamidad,uan plaga bíblica, por mor del destino alcanza la Presidencia del Gobierno con unos resultados devastadores.
Esto va más allá del Principo de Peter:esto es el Armageddon

cartasmarruecas dijo...

La verdad es que está tomando proporciones cataclísmicas. El artículo de ayer de JulioANdradas me pareció digno de figurar en página preferente de diarios de gran tirada. Yo doy por supuesta la mediocridad en los políticos. Lo que no estoy dispuesto a soportar es la canallería, cuando no la franca delinciencia.