jueves, 8 de abril de 2010

LA CORRUPCION Y LOS HORTERAS

Tenemos al personal estos días francamente revolucionado, a cuenta de los muchos y muy diversos escandalos, escandalillos y escandalazos de corrupción política (de la otra, de la de cada cual y cada cuala en su diario devenir se suele hablar poco). El caso, hijo mío, es que a base de darle vueltas a la maloliente chocolatera de la tela y la corruptela, nadie se ha hecho la Pregunta.

¿PARA QUÉ SE CORROMPE ESTA GENTE?

La respuesta evidente es: PARA HACERSE CON UNA CANTIDAD DE DINERO VARIOS ORDENES POR ENCIMA DE LA QUE PODRIAN OBTENER CON SU TRABAJO.
Es cierto, pero no es todo, porque no explica la razón más profunda, el verdadero motor de su conducta.
La respuesta completa es: PORQUE QUIEREN VIVIR COMO UNOS HORTERAS.
El safari, o lo que sea, de Barcenas, es una horterada mayúscula, en cuyo programa es una ristra de perlas para lucimiento de gilipollas y nuevos ricos. Lo menos que desea uno al leerlo es que los hubiera trinchado un rinoceronte.
Los bolsos de Loewe, los roperos atiborrados de trajes, los "complementos" (que es como los gilipuertas llaman a las billeteras y los pañuelos), las costosas finezas dispensadas a troche y moche, a hijos y  suegras, no demuestran otra cosa que el rampante mal gusto, el exhibicionismo impúdico de estos pejesapos.

Que los juzguen y encierren, pero no por ladrones. No solo por ladrones. Por horteras y por gilipollas.


3 comentarios:

aspirante dijo...

Si ser hortera y gilipollas fuera delito, media Expaña sería una prisión donde se amontonarían millones de reos.

Anónimo dijo...

Suscribo íntegro el comentario de ASPIRANTE y no tengo nadamás que añadir.

TRAS MIS ESCRITOS dijo...

Pues nada, a ampliar las cárceles. Y podéis meter, de paso, a los ñoños ya los pesados a los que solo les gusta hablar de enfermedades y de análisis.