lunes, 21 de septiembre de 2009

CUESTION DE TXINES




Doscientos cuarenta euros son un dinero considerable. Si los convertimos en cuarenta mil pesetas del año 1980, se constituyen en un auténtico dineral. Esta es la cantidad que en tal año pretendía obtener el PNV por cada uno de los cinco mil juegos de estela y busto realizados para la ocasión por Basterrechea y Oteiza. Habían calculado (mal, como después se verá) que los acaudalados simpatizantes y afiliados del partido estaban dispuestos a desprenderse de tan considerable cantidad a cambio de dos piezas de dudoso gusto (sobre todo el mamotreto de Oteiza), y de la satisfacción de contribuir a la resurrección del Partido Nacionalista Vasco.

La estela puede salvarse, para quien le guste el arte moderno. Es un objeto bastante limpio, con la forma de las tradicionales estelas discoideas tan frecuentes en los cementerios rurales del Pais Vasco. El busto me parece un auténtico desastre, porque salvo por el hecho de tener barba, ni se aproxima a la fisonomía de Arana. Los vascos, que no son tontos, imaginaron que lo que pretendía el PNV era sacarles los cuartos y entregarles, a cambio, un par de obras de arte “nacional”, siendo uno de ellos el retrato de un Profeta Cabreado. No picaron, y no se volvió a saber de los diez mil trastos (doce mil, contando los mil juegos que se hiciceron al popular precio de diez mil pesetas).
El que no se contenta es porque no quiere. En Sabin Etxea explican el fracaso de una manera más que pintoresca:
“Un considerable número de personas no llegaron a captar la idea de la Comisión, pensaban que se trataba simplemente de vender dos obras de artistas ya consagrados. Según los miembros de la Comisión, no se trataba sólo de vender unas reproducciones, sino de invertir un dinero que sería devuelto a corto plazo en forma de manifestaciones culturales y artísticas.
Creo que fue Benito Villamarín el que dijo que la gente por el Betis “darían la vida, pero ni un duro”. Pues algo muy parecido pasó con el PNV, aunque luego el PNV les haya servido a muchos para sacar una más que regular tajada.


6 comentarios:

isra dijo...

Por cierto, no sé si vendré condicionado por otro blog que acabo de leer (jeje), pero ese del careto parece algo estreñido, aunque con el orinal que tiene al lado podrá satisfacer sus necesidades fisiológicas.

Para haber disfrutado de algo de éxito con al iniciativa deberían haber acompañado el conjunto escultórico con un folleto (panfleto) en el que se indicase las propiedades curativas, cuasi milagrosas, del mismo, y es que siendo una imagen del creador de la raza total obraría el milagro (sea cual fuese la petición).

Madre mía si Groucho hubiese vivido en las Vascongadas... que descojone con los del PNV

TRAS MIS ESCRITOS dijo...

Acabo de abrir otro blog en el que vo a ir depositando las cositas sobre Nacionalismo Vasco que vaya recopiando,aunque este sigue siendo el principal.
Esta aquí

http://sabino-arana.blogspot.com/

Anónimo dijo...

El careto de Basterrechea es una porquería pretendidamente escultórica, que echa para atrás a quien lo ve.
A mí me ofrecieron en 1978 o 1979 ese par de "adornos", y efectivamente, decían que eran muy baratos porque cobraban a razón de 10.000 pesetas cada pieza.

La frase a utilizar en este caso es la de ISRA =
Madre mía si Groucho hubiese vivido en las Vascongadas... que descojone con los del PNV

TRAS MIS ESCRITOS dijo...

Javier:
¿Sabes de alguien que llegara a comprar el engendro?.¿tienes idea de qué se fizo con la quincalla sobrante?

El busto creo que lo perpetró Oteiza (saco la información directamnte de Sabinetxea). Es cierto que parece una patata a la que le hayan labrado unos cuévanos por ojos y le hubieran pegado un espolón por nariz. Un despropósito.

Anónimo dijo...

No tengo idea de qué hicieron con los sobrantes, pero sí sé que en muchos bares de Guipúzcoa durante años los tuvieron en las estanterias detrás del mostrador.

Supongo que sería una especie de impuesto revolucionario cobrado por el PNV a cambio de licencias municipales para abrir bares.

También sé que BASTERRECHEA ha vivido desde los años 80 hasta su reciente muerte de subvenciones y chanchullos del PNV.
En el Gobierno Vasco, en 1981, le designaron (por el Consejero Ramón Labayen) ASESOR CULTURAL, con un despacho y un sueldo en nómina, y que durante 25 o más años jamás pisó el tal despscho ni sabía en dónde estaba, y que por cada chorrada de idear cortinas para una obra de teatro basko, percibía, además de ese sueldo vitalicio, alrededor de dos millones de pesetas, sin mover un sólo dedito en trabajar.

TRAS MIS ESCRITOS dijo...

Maestro, eres un tesoro de información.
Hay un relato de Conan Doyle en el que Holmes se descuerna buscando unos bustos de Napoleon, dentro de uno delos cuales hay una perla. Me temo que los cinco mil sabinos tendrían dentro lo mismo que el modelo: NADA.

P.S: te agradezco enormemente la bienvenida dispensada al blog PARVA SABINIANA. Creo que era necesario un foro en el que publicar exclusivamente estas cosas absurdas de los del JEL. Gracias de nuevo. Considero un honor que hayas publicado el primer comentario