El nombre, por supuesto, es imaginario. El sucedido, no tanto. Cumpliendo mi objetivo de instruir solazando, sigo con mi recién inaugurada galería de tipos humanos. Hoy les traigo la combinación de mileurista y fumador. El mileurista actual se parece (salvadas muchas distancias) al leproso medieval. La diferencia es que el leproso llevaba carraca para avisar de su presencia, y el mileurista se limita a pregonar su condición de tal allá por donde va (Luego, de paso explicaré qué es realmente un mileurista). Tambien tenemos la suerte de que el mileurismo no es contagioso, y la lepra sí.
Yo una vez cogí a un mileurista, fumador de un paquete (entre semana) o dos (fines de semana), y le hice las cuentas del Gran Capitán:
- A ver: paquete entre semana y dos los fines de semana hacen una media de ocho o nueve semanales ¿sí?.
- Pues hombre, no lo había calculado, pero visto así...
- Pongamonos en el rango bajo: ocho. Multiplicados por cincuenta y dos semanas que tiene el año, hacen un total de cuatrocientos dieciseis paquetes de tabaco anuales ¿sí?
- pueeees....... sí, así es.
- que multiplicados a su vez por tres euros que cuesta cada paquete, hacen un total de 1250 eurazos anuales
- pueeeeeeeeeeeesss..... sí, parece que sí, que eso es.
- luego convendrás conmigo en que lo que estás haciendo es coger doscientas mil pesetas de las de antes y pegarles fuego, deleitandote con el aroma del humo, mientras te quejas de que te pagan una mierda ¿a que sí?
- pueeeeeeeeeeeeessss.... visto así....
Hay que verlo así, porque es dificil verlo de otra manera. Don Turuleque se embrea los pulmones con el hollín obtenido quemando una considerable cantidad de sus ingresos. Y luego se queja.
Este tipo de cuentas conviene hacerlas para no andar haciendo el ridículo. Y lo mismo pasa con las copas, las birras, los porros, las rayas, los politonos, los juegos del club ZED, el tuning, las consolas, los piercings, los tatuajes y otras tantas superfluosidades.
6 comentarios:
Durante todos los años del "milagro español" nos hemos creído que podríamos vivir perennemente como ociosos romanos decadentes. Del sacrificio y el ahorro, ni hablar porque para eso estaban los créditos rápidos (que por cierto han desaparecido de la parrilla publicitaria...).
Se vende el "ocio" de ponerse hasta las cejas de sustancias alcohólicas y alucinógenas como la única vía de escape de la "juventud" ante una sociedad que "no les entiende". Nunca entenderé como puede haber personas que se gastan 300 euros en una noche y luego se pasan la semana literalmente a pan con mortadela (o mortadela solo llegado el caso - verídico por cierto).
Si se gana poco se gasta en consecuencia y aún así, administrándose bien uno es capaz de permitirse grandes caprichos. Pero lo que no se puede hacer es vivir como un millonario con el sueldo de un mileurista. Eso, antiguamente, se llamaba vivir por encima de sus posibilidades (y si me apura, vanidad), y causaba la desaprobación de una sociedad de hormigas complacientes que no estaban dispuestas a mantener a una cigarra cantora. Hoy día se denominan "trinfadores" o que "viven la vida".
Un saludo
Acertadísima anotación, pfunes.
Hombre, ALFREDO, no me seas pitagórico con las cosas del respirar.
Los hommes (y muchas mulleres) soportamos la vida a base de una serie de drogas. Unos le dan al tintorro, otros al hachis, algunos al cine, y muchos al palique con el prójimo para aliviar las tensiones, aunque el palique sea de mala leche y con mucha envidia de otros.
Es preferible que el tipo se fume un cartón de tabaco antes que difundir veneno, o colocarse cada día con vino, matarratas o hachis.
Los médicos NO FUMADORES racionalizaís los síndromes a base de deshumanizar al paciente. Y también sois un poquito hipócritas porque recetaís "midicinas" con CORTISONA lo mismo para la piel que para los pulmones, y mandaís al quirófano a muchos, cuando en casos iguales VOSOTROS no usariais la cortisona y la anestesia para consigo mismos NI JARTOS DE COCAINA.
Un abrazo
Amigo Javier, disto mucho de ser un hombre sin vicios... ¡¡por suerte!! :-)
La verdad es que tu reflexión es muy acertada, y lo es aún más en lo que a la medicina y a los médicos actuales se refiere.
Particularmente soy bastante poco partidario de andar entre médicos.De hecho, sólo uno de mis amigos lo es, y no lo veo más de dos veces al año, y nunca hablamos de medicina, aunque sí de chascarrillos sanitarios. Es cierto que cuando uno se pone aprescribir ciertas terapias, debe hacer un examen de conciencia sobre si dejaría que se la hicieran, o bien si dejaría que se la practicaran a un allegado. En mi ejercicio diario tengo dos o tres reglas básicas. Definición de los problemas reales del paciente, definición de las técnicas realmente efectivas al ser apicadas a dichos problemas, y realismo en cuanto a las expectativas de éxito de dichas técnicas. Paso por ser cordial, pero eso no quita para que al paciente se le hable de las cosas tal como son, no como le gstaría que fueran.
Por otra parte, es súmamente cierto que el tono moral con el que el paciente afronta sus problemas es determinante a la hora de obtener resultados. Marañón, que era un maestro de médicos, no solo un profesor de medicina, decía que el simple hecho de creer en la eficacia de un tratamiento podía aumentar dicha eficacia. Sabemos de la relacion entre el sistema nervioso central y el inmunológico, y seguramente existen mecanismos más intimos y misteriosos por los que la psique opera sobre el soma.
Intentaré estructurar alguans reflexiones sobre la materia, que espero poder publicar en artículo aparte, siempre que el trabajo y el inminente Alfredo III me lo permitan.
Salud, Javier, y Alegría, que esun gran medicamento, barato y que no falla.
"Fumando espero....el trabajo que yo quiero",pensará los mileuristas emulando a Sara Montiel.
Las "vacas gordas" pasaron, y ha llegado la hora de que el personal se apriete el cinturón en el último agujero.
Economía de guerra.
"... y seguramente existen mecanismos más intimos y misteriosos por los que la psique opera sobre el soma."
No tengo conocimientos de Medicina ni de Psicología, la información que tengo se debe a mi curiosidad por estos temas; pero estoy absolutamente convencida de lo que manifiestas en el fragmento, que he destacado, de tu sabio post.
Saludos.Isabel
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